Son más de once mil los candidatos y candidatas a alcaldes y
concejales que participarán en las elecciones municipales del próximo domingo
28 de octubre. En las 345 comunas del país se presentan nueve listas y 17
partidos, cantidad inédita desde el retorno a la democracia.
Entre las colectividades que se suman a la Concertación y la
Coalición por el Cambio se encuentran el pacto MAS Humanos, que agrupa al
Movimiento Amplio Social (MAS) y al Partido Humanista; el Partido Progresista
liderado por Marco Enríquez-Ominami; el Partido Ecologista, cuya vicepresidenta
es Sara Larraín; el PRI, que ya ostenta siete alcaldías; Chile Primero, que
tiene una veintena de candidatos a alcaldes; el Partido Igualdad, liderado por
el ex concejal de Peñalolén, Lautaro Guanca; Izquierda Ciudadana, al que
pertenece el diputado Sergio Aguiló; y Fuerza del Norte, fundado por el ex
alcalde de Iquique, Jorge Soria.
El alto número de pactos es una de las características de
los comicios, marcados también por las próximas presidenciales y la
interrogante sobre la participación ciudadana, luego que se implementara la
inscripción automática y el voto voluntario.
Sin embargo, a juicio de Francisca Quiroga, académica del
Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile (INAP), la crisis de
confianza que afecta a las principales coaliciones y a la gran cantidad de
pactos no variarán demasiado el escenario.
“Efectivamente hay una crisis de la representación que
tienen estas dos coaliciones y principalmente de confianza. Hay un desgaste de
la Concertación y una falta de proyecto político; a la Alianza, sus conflictos
internos y lógicas más personalistas también le afectan para crear un proyecto
común. Entonces en estas municipales sí habrá mayor tensión desde el punto de
vista de la oferta, pero en las cifras finales, es muy probable que los
incumbentes, los que ya tienen la titularidad del cargo, mantengan esa
posición. En el ámbito de los concejales quizás podemos ver más apertura y
nuevos liderazgos, pero en alcaldes es muy difícil”, explicó.
Una opinión similar manifestó Bernardo Navarrete, cientista
político de la Universidad de Santiago, quien agregó que probablemente la participación
sea baja entre las cinco millones de personas habilitadas por primera vez para
votar.
Navarrete señaló además que “los nombres pueden ser
‘nuevos’, pero las personas no son nuevas. Cuando hablamos del MAS, es un
senador en ejercicio; cuando hablamos del PRO, es un ex candidato presidencial;
cuando hablamos de la gente del PRI, son los que están escindidos de la DC. Es
decir, una oferta químicamente pura que surja de demandas o nuevos líderes… es
muy poco”.
“Lo relevante es que en Chile las elecciones municipales es
el gran espacio que tienen los independientes para competir con las plataformas
de los partidos, pero toda la institucionalidad está hecha para sobre potenciar
a los partidos nacionales”, agregó.
En este sentido, el cientista político de la USACH advirtió
que, entre la amplia propaganda que se despliega en cada elección, “es muy
difícil para un ciudadano común y corriente distinguir más allá” de los
postulantes de las principales coaliciones.
“La Concertación introdujo una línea de primarias, lo cual
dio un aliento nuevo de que es posible competir, pero en general fueron los
mismos candidatos que habían sido alcaldes con anterioridad o eran
absolutamente reconocidos por los ciudadanos. Entonces en el escenario en que
el ciudadano va a votar, va a encontrar dos candidatos reales. Es muy difícil
visibilizar más allá de la Concertación y la Alianza a otros. Probablemente,
los electores van a mantener la misma lógica de un duopolio, no van a salir
mucho hacia las nuevas listas”, previó.
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