POR CHILE NOTICIAS.- En época de
elecciones, como los tiempos lo permiten y es dividendo seguro, muchos se
arrogan la gracia de haber luchado contra y derrotado el régimen militar.
Hoy las redes
sociales se llenan de diatribas que hablan de una alegría que no llegó o cómo
fue posible no cambiar el modelo. Lo
único cierto y que podemos afirmar sin caer en subjetivismo es que el
plebsicito del 5 de octubre de 1988 fue una epopeya que se ganó con una mística
que no se ha podido reeditar. Un epopeya
agendada por el propio régimen que se derrotó a sí mismo, por la franja, por el
voto sin odio y sin violencia, por muchos que pusieron sus vidas en riesgo y
por tantos otros que votaron silenciosos porque se terminara la dictadura y que
Pinochet no siguiera hasta 1997.
La dictadura se
terminó, cientos de querellas y cuántas denuncias que nunca se hicieron no
encontraron justicia; lo que no pudo la dictadura militar, lo pudo la dictadura
económica, que el mercado, que el Fortín, la Época, Análisis, Apsi, la colusión
de farmacias, el lucro en la educación, etc. Todo ello es otro cuento.
Lo cierto es que la
dictadura militar empezó a terminar con el triunfo del No.
No hay comentarios:
Publicar un comentario