El seremi del Trabajo y Previsión Social, Héctor
Ferrada, hizo un positivo balance respecto al posicionamiento que ha alcanzado
el rubro forestal en la Región, tanto en lo referido a las capacitaciones como a
buenas prácticas. Pese a ello, reconoce que aún queda camino por recorrer.
A punto de
cumplir cinco meses como secretario regional ministerial en el Maule se
encuentra Héctor Ferrada (54), profesor general básico titulado de la Universidad
de Talca. Su vida ha estado asociada a una larga carrera social y sindical, aspectos
que fueron claves para ser escogido por el Gobierno de la Presidenta Michelle
Bachelet en su actual cargo.
Su vasta
experiencia le ha permitido profundizar y conocer diversos aspectos del mundo
laboral de la Región, una zona donde el rubro forestal cada vez ha ido tomando
mayor protagonismo. Incluso ha liderado iniciativas asociadas a buenas prácticas
laborales donde pequeñas y medianas empresas ligadas al área han conseguido ser
certificadas por el Ministerio del cual Ferrada es la máxima autoridad
regional.
¿Cuál es la importancia que el Ministerio le está
dando a las buenas prácticas laborales?
Como Gobierno
hemos destacado mucho este tema. En ese sentido, estamos convencidos que el diálogo
es fundamental y en base a eso se han logrado acuerdos que han permitido
mejorar diversos aspectos para los empleados tales como salarios, seguridad y
recreación.
Eso sí, estamos
conscientes de que aún falta por mejorar. Por eso estamos trabajando
fuertemente en aumentar la cobertura de las capacitaciones, tanto para
trabajadores como empleados. Con ese objetivo estamos negociando con las universidades
de Talca y la Padre Alberto Hurtado para que los capaciten en temas de leyes
laborales, que a veces suelen desconocer, y así equiparar la cancha para cuando
se sienten a negociar, lo que les permitirá confrontar sus ideas y capacidades
de mejor forma.
Para que este
proceso sea exitoso debemos entender que el apoyo tiene que ser tripartito
(gobierno, empleadores y empleados), además de fortalecer y capacitar a los
sindicatos. Y en caso que no existan, debemos fomentar su creación.
¿En qué consiste la certificación de buenas prácticas
laborales?
Pretende ser una
herramienta para incentivar buenas acciones entre trabajadores y empresarios.
El requisito para postular es que sean pequeñas o medianas empresas, donde
exista un dirigente o al menos representante tanto de los empleados como de la
empresa.
Así pueden
llegar a acuerdos, donde los trabajadores van a colaborar con los empresarios,
y éstos se van a preocupar de mejorar las condiciones laborales y la salud de sus
empleados. Dicho proceso se evalúa durante un año y si las conclusiones son
positivas, la Pyme recibe una certificación que trae como principal beneficio
el que no sea fiscalizada durante un año por el Ministerio.
Y en ese sentido, ¿qué rol ha jugado CORMA?
La Corporación
Chilena de la Madera ha sido pionera en materia de buenas prácticas laborales,
tanto a nivel nacional como regional. Es la única que ha estado preocupada de
llevar a cabo este tema en el rubro forestal. Con ellos la experiencia ha sido
exitosa, ya que han logrado que este programa se lleve adelante a cabalidad,
demostrando que las cosas se pueden hacer bien. Ahora esperamos que su buen
trabajo se extrapole a las otras empresas de la región.
¿En qué pié se encuentra el rubro forestal en materia
de buenas prácticas laborales?
Creo que es más
que positivo. El año pasado dos de cinco empresas certificadas por la Dirección
del Trabajo correspondían al área forestal y este año se sumarán dos pymes más,
lo que significa que el rubro ha ido adquiriendo un mayor peso en la zona. Esto
denota que los empresarios se han ido dando cuenta que la Región del Maule es
forestal, más que agrícola o energética. Y debemos proyectarnos en ese sentido.
A su juicio, ¿qué falta para dar ese salto?
Me parece que les
falta “creerse más el cuento” de que son una tremenda potencia en la Región. El
rubro debe ser capaz de transmitir que se puede invertir en la zona y siento
que en ese sentido falta por dar algunos pasos.
Afortunadamente,
desde que asumí como seremi me he dado cuenta que van por buen camino. El
dialogo con CORMA es fluido y ha aportado mucho al desarrollo nacional, pero
sobre todo al Maule. Una prueba de ello es que ha estado presente en todas las
actividades gremiales y sociales que hemos tenido como Gobierno, junto a los
trabajadores y empresarios, convirtiéndose en un gran actor en el tema laboral.
Como seremi, ¿cuál es su mayor desafío?
Uno de nuestros grandes
temas es la Agenda de Fomento y Calidad del Empleo, iniciativa piloto impulsada
en nuestra Región -que también ha sido replicada en países como Argentina y
Brasil- y cuyo objetivo es mejorar las condiciones laborales de los
trabajadores.
El programa es
patrocinado por la Organización Internacional del Trabajo y apunta a tres ejes:
seguridad laboral, trabajo agrícola y empleo juvenil. Instancia donde CORMA junto
a su gerente Leonardo Vergara ha tenido un importante papel dentro del Comité
Gestor, el cual comenzó con una primera etapa donde se elaboró un informe respecto
a los temas señalados y ahora estamos empezando la segunda fase, que pretende culminar
con la creación de un Observatorio Laboral, el que recopilará información sobre
los tipos de trabajo que hay en la Región junto a sus respectivas carencias.
Con esos datos podermos saber, por ejemplo, que iniciativas adoptar para mejorar
los sueldos, o los tipos de capacitaciones que necesitan los trabajadores de
cada Región. Es decir, vamos a tener información apropiada para tomar mejores
decisiones, y como consecuencia, óptimas condiciones laborales.
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