La solución entregada a la villa Brisas de
Torca permite enfrentar emergencias y muestra un camino a
seguir para resolver la falta de agua en los sectores costeros de todo el país.
Un grupo de 86 familias del pueblo de Llico,
la mitad de ellas damnificadas del terremoto y maremoto de 2010, finalmente
recibieron sus nuevos hogares que habían sido construidos sin contar con acceso
al agua potable.
La construcción del conjunto habitacional se
inició en marzo de 2013 a pesar de no tener asegurado el abastecimiento de agua
potable. Por ello y a pesar de que las obras finalizaron en agosto de 2014, las
familias no pudieron habitar sus casas.
Buscando una solución innovadora y viable en
lo económico, Serviu Maule conoció el funcionamiento de una planta desaladora
en base a nanofiltración, construida por el Departamento de Ingeniería Química
de la Universidad de Concepción.
Ambas instituciones firmaron un convenio y en
febrero de 2015 trasladaron la planta desde Lirquén, en la región del Biobío, hasta
la Villa Brisas de Torca, en la comuna de Vichuquén.
Durante estos 6 meses, el equipo ha sido
probado y ajustado con el agua salobre presente en el lugar, logrando
finalmente certificar sanitariamente la calidad del agua para la villa.
El director (PyT) de Serviu Maule, destacó
que estas viviendas sociales son las primeras en Chile en ser abastecidas con
esta tecnología y pueden transformarse en un ejemplo para facilitar la
construcción de conjuntos habitacionales en localidades costeras o con
problemas de calidad del agua.
“Es una innovación que va a permitir no
solamente que Llico tenga agua y podamos entregar este conjunto habitacional,
que es una meta de la reconstrucción que nos puso la Presidenta Bachelet.
Además, nos permite introducir esta innovación en la política habitacional y en
el desarrollo del agua potable rural. La gran noticia es que fueron científicos
chilenos fueron quienes desarrollaron este proceso de manera tan creativa”,
subrayó Omar Gutiérrez.
El alcalde de Vichuquén y presidente de la
Asociación de Municipalidad de la región del Maule estima que la planta de
nanotecnología es una solución real para asegurar el acceso al agua en la zona
costera.
“Esta planta desalinizadora va a servir para muchos conjuntos
habitacionales en el borde costero que tienen problemas de factibilidad de
agua. Con esta planta se entrega una solución a los bordes costeros a nivel nacional”,
afirmó Román Pavez.
Para el Intendente (s) de la región del
Maule, la innovación aplicada para resolver la falta de agua en este conjunto
habitacional es un ejemplo que el Gobierno de Chile y la comunidad deben
considerar, ante el nuevo proceso de reconstrucción que se inicia en el norte
del país.
“En la medida que esto funcione de manera
eficiente, nos va a permitir avanzar de manera global en el tema del agua para
consumo humano. Así como nos pudimos levantar nosotros, en esta zona, también
lo van a poder nuestros compatriotas del norte. Requieren tenacidad, mucho
temple, paciencia, constancia y mucho calor de comunidad. Las soluciones no se
pueden dar individualmente sino que son una construcción colectiva porque somos
parte de una misma comunidad, de una misma nación”, reflexionó Oscar Vega.
La planta instalada en la Villa Brisas de
Torca genera agua potable a partir de agua salada, mediante un proceso de
filtración basado en nanopartículas, obteniendo agua para consumo humano y agua
de riego rica en nutrientes. Es capaz de retener el 99,9% de las sales
presentes en el agua, cumpliendo con todas las normas sanitarias, produciendo
30 metros cúbicos diarios de agua para consumo humano y a un costo de $500 por
metro cúbico, aproximado.
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