La salida es asociarnos como
consumidores (ejemplo farmacia popular) y como productores (Ejemplo Asociación
de pequeños agricultores donde soy gerente)
A
raíz de la colusión del confort se han hecho varios estudios comparativos de
cuánto vale este producto en varios países y llama mucho la atención que
inclusive en algunos de ellos, donde los sueldos son más altos que en Chile,
este producto sea más barato. Por ejemplo en España el mismo rollo de confort
que aquí vale $421, en ese país tiene un valor de $166, un 40% de lo que cuesta
en nuestro país. Pero si hacemos el estudio de los sueldos en ambos países la
situación es exactamente igual pero al revés. El sueldo mínimo chileno es un
40% en relación al español, en España es $576.000 y en Chile $241.000.
Es
decir, un chileno gasta más de su sueldo en productos de primera necesidad que
un español. Esto es subdesarrollo y pobreza ya que los chilenos alcanzamos solo
a cubrir los productos de primera necesidad con nuestro sueldo. Muchas personas
de bajos recursos utilizan sus tarjetas de crédito para alimentos y muchos
también están obligados a adquirir alimentos que están vencidos en algunas
ferias de población.
Según un
estudio del Fosis (del 2013), el 41% de las familias más vulnerables de Chile,
se endeudan para poder sobrevivir, ya sea mediante las grandes tiendas y
supermercados de retail, como con otro tipo de prestamistas. La necesidad más
urgente que tienen que cubrir estas familias es mercadería y abarrotes con un
23%, seguida por servicios básicos con un 13,5%, pan con un 9,3%, verduras con
un 8,4% y deudas o créditos con un 8,1%.
¿Y qué sucede
paralelamente en el congreso? Se está discutiendo reponer la sanción de cárcel
para los culpables de la colusión, ley que ya existía anteriormente y que se
modificó en el gobierno de Lagos. Ahora la sanción es solo económica. Y según
las otras colusiones anteriores (farmacias, pollos) entre lo ganado por la
colusión y las multas que tuvieron que pagar, siempre resultan números azules
para los empresarios.
¿Entonces
quien manda aquí? ¡Obviamente el Estado no!
Estas grandes
empresas (ni pequeñas, ni medianas empresas) que a su vez son los dueños de los
bancos, las AFP, las ISAPRES, etc… forman un PARAESTADO, ya que colocan sus representantes en el
Congreso y a través de ellos arman las leyes a su propia medida.
Convengamos
también que hace algunos años atrás todos nos compramos el cuento de este
modelo neoliberal. Nos parecía muy moderno y que todos íbamos a ser exitosos.
Pero con todas estas cosas que han sucedido, ya pudimos comprobar por
experiencia propia que este modelo económico es beneficioso para un muy pequeño
porcentaje de la población. Y el resto trabajamos solo para subsistir.
Cada vez queda
más evidente que estamos tocando fondo con este modelo económico. Y que modelos
como el cooperativismo, que han sido desplazados, hoy están reviviendo. Por
ejemplo, la farmacia popular de Recoleta (que es una cooperativa) y a modo de
ejemplo muy personal puedo dar testimonio que la Asociación de Pequeños
Viñateros donde soy gerente, hoy estamos exportando directamente a Europa. Es
bueno rescatar y fortalecer este tipo de organización económica.
Paola Parra
Sembrando Conciencia
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