Las expectativas de los pequeños agricultores de
comercializar por esta vía, fue analizada en Seminario denominado “Circuitos
cortos y Comercio Justo”.
Hacer negocios con una base ética, de respeto y
transparencia, es la fórmula que propone el sistema de Comercio Justo, que cada
vez toma más fuerza en el país, siendo la gran alternativa para que pequeños
agricultores puedan vender sus productos en el extranjero. Para muestra un
botón: cuando los precios de la uva están a la baja en Chile, el Comercio Justo
respeta precios y reconoce la labor de los pequeños agricultores.
El Comercio Justo
se instala hace casi tres décadas como un mecanismo ético y práctico de hacer
negocios sustentables. Fue promovido en el país por organizaciones no
gubernamentales y movimientos sociales, para que existieran relaciones
comerciales justas, en base al diálogo, a la transparencia y el respeto. Esta
iniciativa cuenta hoy con un apoyo concreto del Gobierno de la Presidenta
Michelle Bachelet, expresado en el trabajo conjunto de la SEREMI de
Agricultura, INDAP y PROCHILE.
Fruto de este trabajo surgió el seminario “Circuitos
cortos y comercio justo”, que contó con la participación del SEREMI de Agricultura
Jorge Cespedes, director regional de INDAP Jairo Ibarra, director regional de
PROCHILE Cesar Williams y Presidente de la Coordinadora Nacional de Comercio Justo
Raul Navarrete.
Al respecto Raul Navarrete, representante de Vinos
Lautaro, señaló que “hemos encontrado en
organismos públicos como INDAP y PROCHILE, un gran apoyo para instalar a las
empresas campesinas en este sistema”.
Para incorporarse a este sistema de comercialización,
entre algunas exigencias se considera que deben ser pequeños agricultores que
vivan del trabajo del campo, acreditado por INDAP y que también produzcan en armonía con el medio ambiente, que no contraten niños y que respeten las leyes
laborales, entre otros aspectos.
De las 14 empresas con certificación para comercializar
por esta vía, siete son del Maule. Esto fue destacado por Navarrete quien
explicó que “en el ámbito vitivinicola, las condiciones actuales del mercado
establecen que se pague un precio por materia prima de 120 pesos por kilo,
mientras que en el comercio justo el precio mínimo garantizado es de 200 pesos por kilo, esto es una diferencia no solo económica, sino también ética y de
reconocimiento de la pequeña agricultura”.
Ingrid Allende coordinadora de fortalecimiento de
comercio justo para Chile, dijo que los productos que se están solicitando en
el mercado son los vinos, miel y frambuesas y la región del Maule es la que
tiene mas organizaciones certificadas, que por ende pueden tener mas
expectativas de venta a través de comercio justo.
GOBIERNO
Por su parte el Seremi de agricultura Jorge Cespedes dijo
que el comercio justo es alcanzable por la agricultura familiar campesina, “como
las productoras de papaya de Lipimávida o los vinos Lautaro, que buscaron entre
otros aspectos, dar una valorización de productos, que cuentan con certificación internacional. Con este sistema se busca eliminar las brechas con
el consumidor y que exista un mayor reconocimiento del productor”.
Por su parte el director regional de INDAP Jairo Ibarra,
destacó que una de las brechas que poseen los agricultores es la
comercialización y que el Comercio Justo es una gran alternativa, ya que abre
las puertas a los mercados extranjeros.
“INDAP está focalizando nuevos programas en apoyo a la
gestión comercial y la asociatividad, porque sabemos que es la mejor manera,
que logren vender sus productos a un mejor precio y con el reconocimiento que
merecen como agricultura familiar campesina”, enfatizó.
El seminario contó con las exposiciones de Ervis Guenupan
presidente Cooperativa Apicola de Paillaco, Silvano Fajardo vicepresidente de Agronuez y la experiencia de Vinos Lautaro.
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