A las 4 de la madrugada comenzaron a instalarse las
primeras barricadas en distintos sectores de la Ribera Sur de Puerto Aysén. La
idea de los manifestantes era paralizar por completo el funcionamiento de la
ciudad y lo hicieron de forma organizada.
Cuatro puntos estratégicos fueron tomados por los
pescadores artesanales, trabajadores de pesqueras, empresas salmoneras y
ciudadanos descontentos con la gestión del gobierno en la región.
La esquina de Eusebio Ibar con Kalstrom, en la salida de
la ciudad hacia Puerto Chacabuco concentró la mayor cantidad de manifestantes,
quienes sostuvieron violentos enfrentamientos con Carabineros de Fuerzas
Especiales.
Fuerte represión
policial
Uno de los manifestantes acusó que los desórdenes
comenzaron cuando simplemente respondieron “al ataque de los Carabineros,
porque nosotros nos estábamos manifestando de forma pacífica con las
barricadas. Ellos empezaron a lanzarnos bombas lacrimógenas al cuerpo y
destrozaron los vidrios de varias casas”.
Esa misma versión fue la entregaron vecinos de diversas
calles y pasajes del sector. El suelo evidenciaba dicha situación, pues varios
cartuchos de bombas lacrimógenas permanecían en los jardines de casas
particulares. En algunos lugares, llamaba la atención la inmensa cantidad de
cartuchos de gases en las afueras de las casas cuyos dueños y habitantes se
esforzaron por cubrir con maderas y planchas de zinc para salvar sus ventanas.
De hecho, los mismos vecinos tuvieron que atender a dos
hombres que fueron heridos por bombas lacrimógenas lanzadas por Carabineros.
Uno de ellos, debió ser trasladado hasta el Hospital local. “Tuvimos que sacar
a varios niños que estaban afectados por las lacrimógenas”, indicó una vecina
que recibió el gas tóxico en su casa.
Tensa calma
Cerca del mediodía se vivía una tensa calma, mientras las
autoridades de gobierno declaraban ante algunas radios de la comuna que estaban
“abiertos al diálogo” y acusaban “intransigencia de algunos dirigentes”. Los
manifestantes, atentos a los dichos, estaban con piedras en la mano listos para
atacar al personal policial que pretendía mantener el orden los sectores más
conflictivos.
El dirigente de la pesca artesanal, Iván Fuentes,
negociaba una tregua con un oficial de Carabineros encargado del operativo, la
que se consiguió después de muchos minutos de tensión.
Mientras la gobernadora (s) de Puerto Aysén, Claudia
Alvayai, buscaba bajarle el perfil a lo sucedido y aseguraba a una radio local
que los pocos manifestantes ya se estaban retirando y todo regresaba a la
normalidad, la realidad en las calles era diametralmente opuesta y los más de
mil manifestantes apenas tomaban un respiro para seguir bloqueando algunas
esquinas cercanas al puente Presidente Ibáñez.
Misma reacción que tuvo el Seremi (s) de Gobierno, Víctor
Oyarzún Rodríguez, quien declaró a otra radio porteña que “este es un tema
focalizado en Puerto Aysén, en donde un grupo de personas se tomó la ruta de
Chacabuco a Aysén”, cuando la realidad alcanzaba también a la localidad de
Melinka, donde manifestantes mantienen tomado el muelle y el aeródromo en el
marco de una movilización que también reclama el cumplimiento de acuerdos
anunciados por el propio Gobierno.
No hay
acercamientos
El presidente de Corfapa, Iván Fuentes, asegura que hasta
el momento no hay acercamientos oficiales entre las partes. Luego de dos
jornadas previas de movilizaciones, los dirigentes esperaban un gesto de parte
del gobierno que, como no se dio derivó en la manifestación de ayer.
“La autoridad sigue equivocando su camino, sigue
tropezando con la misma piedra. Este es un movimiento que sigue creciendo y no
nos quisieron creer. No les bastó que hubiera un mar de gente ayer (lunes) para
que hubieran conversado con la gente de los distintos gremios. Hoy (martes) sí
me llamaron, un Intendente subrogante, pero qué hago yo con una persona así.
Aquí necesitamos autoridades de peso. Acá tiene que venir un ministro”, aseguró
el dirigente.
Fuentes también aseguró que las autoridades que quieran
dialogar con los manifestantes tendrán que hacerlo con todas las organizaciones
del denominado Movimiento Social por Aysén. “Hoy es el momento para la región
de Aysén, si no lo hacemos hoy no lo hacemos nunca más. Si van a hablar con
uno, tienen que hablar con todos los gremios presentes. Si quieren resolver un
problema no lo vamos a hacer con un subrogante. La Intendenta se fue de
vacaciones, pero cuando comenzamos con las advertencias no estaban de
vacaciones. ¿Por qué tomaron vacaciones sabiendo que venía un movimiento?”,
emplazó Fuentes.
Respecto del rechazo de una parte de la ciudadanía al
movimiento y sus manifestaciones, el dirigente de la pesca señaló que también
“hay una gran mayoría que sí quiere un buen hospital, que sí quiere un sueldo
regionalizado, que sí queremos arreglar la pesca artesanal y que sí quiere
arreglar los problemas del campo”.
Gobierno acusa
intransigencia
Lejos de poner paños fríos a la tensión vivida en las
calles, las autoridades de gobierno aseguraron que los dirigentes de las
organizaciones son “intransigentes”. Así lo indicó en Puerto Aysén el Seremi de
Economía, Fernando Guzmán, quien aseveró que “siempre hemos estado con las
puertas abiertas y llanos a entregar información y trabajar con la gente, pero
hoy hay cierta intransigencia de las personas que están adhiriendo a esta
movilización, ya que no se han acercado. Recién estamos recibiendo los primeros
llamados para iniciar algún diálogo”.
“Hay ciertas peticiones de las que nos hemos enterado por
la prensa, no hemos recibido formalmente ninguna solicitud por parte de estas
personas, pero sí hemos estado trabajando en varios puntos, por ejemplo de las
demandas de la pesca artesanal”, señaló la autoridad sectorial.
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