SANTIAGO.- Hace un año y medio en el Estadio Nacional,
O’Higgins estuvo a minutos de descolgar la primera estrella de sus 58 años de
historia. Sin embargo una nefasta tarde del árbitro Enrique Osses impidió a los
rancagüinos celebrar.
Pero el fútbol tiene revanchas. Y este martes 10 de
diciembre quedará grabado a fuego en la mente de los hinchas celestes que, tras
igualar con Universidad Católica en el primer lugar de la tabla de posiciones
del Torneo de Apertura 2013 con 39 puntos, debieron definir en partido único al
monarca, donde los rancagüinos fueron más precisos y se impusieron con un
ajustado 1-0.
En un primer tiempo en que los sureños comenzaron como avión
y buscando desde el primer minuto la ventaja, Cristopher Toselli se vistió de
héroe al mandar un cabezazo angulado de Pablo Calandria al tiro de esquina.
Pero de a poco los cruzados comenzaron a crecer en el juego.
Se acomodaron de mejor forma en al gramado ñuñoíno y con el correr de los
minutos se hicieron dueños del esférico, sin embargo la mayor posesión no se
tradujo en goles, dilapidando claras opciones Fernando Cordero (27’) e Ismael
Sosa (29’), además de un tiro de Tomás Costa que el vertical devolvió a los
28’.
El “Capo de Provincia” se quedaba y comenzaba a replegarse,
pero a los 35 minutos llegaría el minuto de gracia: Tiro libre servido por
Yerson Opazo al primer palo y tras quitarse las marcas, el argentino Pedro
Pablo Hernández conectó de primera y venció la resistencia del meta cruzado.
En el complemento el juego corrió por parte de los
precordilleranos que salieron con todo en busca de, al menos, la paridad para
definir desde el punto penal, sin embargo la férrea y solidaria marca de los
hombres de Eduardo Berizzo impidió que los constantes embates de los pupilos de
Martín Lasarte terminarán dentro del pórtico de Paulo Garcés, quien cumplió una
perfecta faena para impedir la caída de su rancho.
Pitazo final del juez Jorge Osorio y el lamento franjeado
que no logró su revancha y obtuvo por segunda ocasión en el año el
subcampeonato. En la vereda contraria, llanto de alegría y satisfacción al
lograr el primer título en la historia celeste, título dedicado a su fiel
hinchada y, sobre todo, a aquellos 16 simpatizantes que fallecieron en febrero
pasado en un accidente de tránsito en la Octava Región después de alentar a su
equipo en su visita a Huachipato.
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