PELARCO.- El próximo 15 y 16 de Julio la comuna Pelarco vivirá una de
las festividades más significativas para los habitantes de la localidad. En la
Plaza de Armas, desde las 17:00 horas, se realizará la segunda versión de la
tradicional “Fiesta de la Virgen del Carmen”, instancia en que la comunidad
realiza una procesión con la patrona de Chile.
Se trata de una celebración costumbrista de origen religiosa
donde los turistas y amantes de las tradiciones folclóricas, podrán conocer y
disfrutar de comidas típicas, música tradicional y sobre todo ser parte de esta
celebración, junto a los huasos que acompañan a la Virgen del Carmen en
procesión por las calles de la comuna y la celebran con misas a la Chilena.
También, los visitantes encontrarán locales de artesanía y
de gastronomía como cazuela y asados, entre otros. “Esperamos ser la fiesta
religiosa más importante de la región y reconocida a nivel nacional”, manifestó
el Alcalde de la Municipalidad de Pelarco, Bernardo Vásquez.
En tanto, la directora (PT) de Sernatur Maule, Carolina
Reyes, comentó que “esta festividad recoge las tradiciones religiosas y
campesinas de nuestra región y nos posiciona como un destino para visitantes
que deseen conocer y vivir el Chile más profundo, el Chile de nuestros
orígenes”.
En el escenario estará el reconocido Tito Fernández, El
Temucano, quien recorrerá lo mejor de su repertorio el 16 de Julio a las
21:00horas.
¿Por qué celebrar a la virgen del Carmen?
196 años atrás, en medio de la incertidumbre por la
situación de Chile ante el Reino de España, el país se dispuso a luchar por la
independencia, fue así como a cargo de la milicia se inició el proceso, pero
esto fue insuficiente y de la mano del Teniente Bueras se reclutó a civiles y
campesinos pelarquinos y de sectores cercanos para fortalecer el batallón,
fueron ellos quienes protagonizaron el ataque sorpresa de Cancha Rayada el 19
de marzo de 1818.
Pero no pudiendo ganar a las fuerzas reales, escaparon a
tierras pelarquinas, donde se encontraba el único templo entre los ríos Claro y
Lircay, aquí se congregaron a implorar la intercesión de la Virgen ante Dios
para ganar la Batalla. En comunión con las autoridades militares y religiosas
implorando por la victoria que haría de Chile un país libre.
Fue finalmente en Maipú donde la Virgen intermedió a favor
de Chile consolidando su independencia y el lugar de Madre del país como
«Patrona Generalísima de las Armas de Chile» recibiendo ofrendas como el bastón
de mando de San Martín, la espada de Prat, y la devoción de todo un país.
Desde entonces la Virgen María a través de la advocación de
la Virgen del Carmen se hace presente en la vida de los chilenos, especialmente
de los pelarquinos por el favor que le concedió en aquel entonces y continua
concediendo diariamente, como madre que acoge y acompaña.
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