Gobernadora provincial de Curicó Cristina Bravo se ha
reunido con ellos para buscar solución a sus problemas.
Un polo de
atracción para los turistas son las tradicionales papayas de Lipimávida, de la
comuna de Vichuquén. Se caracterizan por su aroma y sabor, distinto de las
nortinas y se transformaron desde hace varios años, en un medio para el
desarrollo económico de numerosas familias.
Sin embargo, post
terremoto y tsunami del 2010, el clima tuvo un cambio en la zona costera y las
papayas dejaron de ser un negocio rentable. Con esfuerzo, algunos emprendedores
del rubro se mantienen y tratan de sacar adelante las microempresas.
Es el caso de Fernando
Bravo, propietario de las papayas “El bosque de Lipimávida”. Señala que sino
cuentan con apoyo de Gobierno, la zona va a desaparecer como productora de
papayas.
“El problema es
que los chicos no podemos plantar papayas porque no tenemos agua para mantener
las plantas. Son dos años que se requiere el apoyo estatal, después no se
necesita ya que en dos años la papaya produce harto. Acá desconcertó mucho a la
gente el cambio de clima post terremoto, se puso muy helado. El año pasado fue
mucho y se murieron casi todas las plantas”, dijo.
Indicó que cuando
comenzó con el negocio llegó a tener 16 mil plantas y hoy sólo posee 400. Es
por esto que agradeció la visita de la Gobernadora provincial Cristina Bravo, para conocer
en terreno el problema que les afecta.
GOBIERNO
Hace algunos meses
también se hizo presente en la zona el SEREMI de Agricultura Jorge Cespedes, a
petición de la Gobernadora Provincial,
quien solicitó un análisis al INIA para determinar las causas de la muerte de
las plantas.
En su oportunidad,
se determinó una enfermedad en las plantas, sin embargo el SEREMI señaló que es
necesaria una solución de mayor largo plazo. “Creemos que lo más eficiente es
conseguir apoyo del gobierno regional para preparar un programa de intervención
que permita capacitar a los agricultores en cómo manejar sus plantaciones de
papayos. Con esta iniciativa podrían fabricar su compost, ir despejando los
lugares más críticos y utilizando las otras partes del potrero que aún no estén
contaminadas y controlar el uso de herramientas y maquinarias para que no pasen
de un huerto a otro”.
Por su parte la
gobernadora provincial Cristina Bravo, dijo que continuarán trabajando con las
distintas instituciones gubernamentales, con la finalidad de buscar
alternativas para estos papayeros.
“Hemos conocido
experiencias como Frutos de Lipimávida y El Bosque de Lipimávida, siendo la
primera, la que comercializa a través del Comercio Justo y con ello les permite
generar empleo en la zona. Estas son iniciativas que apoyaremos con nuestros
servicios y realizaremos reuniones dentro de los próximos días, para definir la
manera de intervención a realizarse en esta zona”, aseguró.
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