Hoy recordamos aún con cierto temor uno de los episodios más catastróficos de nuestro país, el 27 de febrero del 2010.
En aquellos días el dolor y la incertidumbre eran parte del aire que respirábamos y nadie estaba ajeno a las consecuencias de un terremoto 8.8 grados que seguido de un tsunami devastó grandes extensiones de costa, especialmente en la zona costera del maule.- Y allí se encuentra un viejo pueblo, Vichuquén.
Sus muros y tejas que cuentan con más de cuatrocientos años de edad sufrieron terriblemente el gran sismo y las réplicas del aquel verano, todo era polvo y derrumbe de muros, parecía que todo estaba perdido.- Sin embargo pocos días después fue el propio municipio, a través del alcalde Román Pavez, quién se puso en campaña para ayudar a los vecinos que quedaron prácticamente en la calle.
Más tarde aparecían las pesadas máquinas que tenían orden de demoler cualquier casa o edificio que representara peligro para la comunidad, pero una vez más la oposición del alcalde consiguió suspender las demoliciones y transformarlas en reconstrucción.
Hoy, Vichuquén luce reconstruido en un noventa por ciento bajo las mismas características arquitectónicas de pueblo colonial como era antes del 27F, corredores, tejas, adobes y pilares adornan el silencioso y encantador pueblo que pareciera esperar tranquilo el paso de otros cuatrocientos años.
“Hoy nos hemos puesto de pie tras el terremoto y la comuna renace con más fuerza que nunca, tenemos una comuna mágica, cargada de energía, con bellezas naturales increíbles y un patrimonio histórico y humano que debemos cuidar entre todos” señaló el alcalde Román Pavez.
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