Programas de RSE se han convertido, para muchas escuelas del país, en
una de las principales formas de acceder a nuevas herramientas educativas para
formar en una nueva conciencia.
Cada día son más las niñas y niños en el mundo que
por alguna vía toman conciencia sobre los nuevos desafíos de la humanidad. Y
uno de estos es el cuidado de si mismos. La Organización mundial de la Salud
(OMS) advierte que para lograr un desarrollo personal y social es urgente hoy contar
con hábitos saludables, como alimentarse equilibradamente o realizar
actividades deportivas de forma frecuente. Mientras, en nuestro
propio país la agencia de educación del Gobierno estipula que llevar una vida
saludable es clave para el desarrollo integral de un individuo y, sobre todo,
cuando se es estudiante. “La práctica de actividad física y sostener
una alimentación equilibrada mejora considerablemente la capacidad de
aprendizaje de los estudiantes, ya que incrementa la capacidad para
resolver tareas difíciles, la concentración y la memoria”. Fuente: Agencia de
Educación de Chile.
Pese a estas advertencias la realidad es que en
Chile las tasas de obesidad y de mala alimentación siguen siendo preocupantes.
Según datos del Ministerio de Salud, más del 80 por ciento de los chilenos es
sedentario, nuestro país es el tercero, tras México y Estados Unidos, en
consumir mayor cantidad de azúcares y calorías, y ocupa el segundo puesto en
América Latina en cantidad de niñas y niños obesos (Informe de 2015 de la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y Alimentación (FAO), “Panorama
de la Inseguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe”).
Por eso es que no sólo el Gobierno ha puesto en
marcha diversos programas de Vida Saludable, sino que también las empresas y el
apoyo privado tienen su rol al respecto.
La conocida responsabilidad social empresarial (RSE) se ha hecho cargo
de este tema y es así como nace el Programa
Vida Saludable de la empresa de energía
Transelec, de la mano con Juega+, organización
innovadora en la búsqueda y diseño de nuevas alternativas educativas propicias
para el siglo XXI y los desafíos de estos nuevos tiempos. Este Programa es, desde 2010, acogido por
diversas escuelas y en Itahue por la
Escuela Luis
Maldonado Boggiano de Itahue, en la comuna de Molina en Curicó.
A la fecha ya son más de 300 las niñas y niños de tercero y de cuarto básico que,
incorporado en su programa curricular, cuentan con materias básicas como: el
integrar nuevos hábitos de actividad deportiva y de alimentación saludable. El
Programa a lo largo de Chile ya ha alcanzado a más de 5 mil 900 estudiantes.
La metodología de este Programa se basa en el
experimentar, a través de la actividad física, el espacio compartido y el
trabajo en equipo y, desde ese lugar activo, donde niñas y niños son
protagonistas, integrar nuevas formas de vida cotidiana. Los estudiantes reciben, también, un
lúdico álbum con láminas
autoadhesivas, cuyos contenidos abordan algunos temas como: “la importancia del cuerpo y su
cuidado”, “el desarrollo de la fuerza”, “la importancia de la flexibilidad”,
“el respeto por los otros”, “hábitos de limpieza”, “cuidados del medioambiente”
y “cómo reconocer y diferenciar etiquetas nutricionales en los alimentos que
consumimos”. Con este álbum se espera que los estudiantes puedan seguir jugando
y así integrando hábitos desde sus casas.
Nora Guzmán, jefa UTP
(Unidad técnico pedagógica) de la Escuela Luis Maldonado Boggiano de Itahue, asegura que este programa “se ha convertido en una gran oportunidad tanto para docentes como para
los niños porque todos necesitamos integrar nuevos hábitos”. “Desde que comenzó (el programa) hemos
podido ver como los niños van poco a poco, no solo tomando conciencia sobre
alimentarse mejor o valorar la actividad física, sino que estas actividades han
ayudado a generar y promover mayor autoestima, respeto mutuo y un mejor clima
de convivencia escolar entre compañeros”.
El programa contempla, además, la entrega de equipos
y materiales deportivos para la escuela y permanente guía y monitoreo con los
docentes para desarrollar la metodología en clases.
“Vida Saludable, de Juega+ y Transelec, busca ser un aporte real en
el tiempo. Hemos comprobado tras la experiencia de este Programa, que para
incorporar nuevos hábitos y que éstos sean sostenidos en el largo plazo, logrando cambiar así conductas y formas de
vida de forma perdurable, es fundamental el uso de la curiosidad natural de los
niños y del juego. Lo que en el mundo educativo denominan el ‘aprender haciendo’”, explica Héctor Soto,
Gerente de la Zona Centro Sur de Transelec. “Y para eso se ha desarrollado
una metodología especial, dinámica y
lúdica”
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