
Las autoridades locales, preocupadas de la
proliferación de perros sin dueño en la comuna (más de 1.000), han tomado
cartas en el asunto.
Valorable entonces las tres reuniones que han sostenido los concejales de la
ciudad con funcionarios de salud de nivel comunal y regional, para de esta
manera ponerle el "cascabel al gato" a esta problemática, vista la
necesidad imperiosa de regular la situación.
Hasta ahora se sabe que las autoridades están conscientes de la necesidad de
contar con un marco regulatorio en la temática que permita contribuir a la
disminución de los conocidos "perros vagos”, favoreciendo la protección de
la salud y seguridad de las personas.
Es por ello que están trabajando en una ordenanza municipal que busca normar,
por ejemplo, la tenencia de perros potencialmente peligrosos, sancionar a las
personas que abandonan o maltratan animales y multar a quienes incurran en
éstas, entre otras faltas por definir.
Esta iniciativa que está en periodo de análisis, evaluación y discusión, podría
ver pronto la luz en Molina.
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