La jornada abordó el tratamiento de los medios
televisivos, las tendencias a la victimización secundaria y la necesidad de
establecer marcos comunes para una aproximación ética a estos acontecimientos
Más de 180 personas asistieron al Seminario
“Víctimas y Medios de Comunicación”, en el marco de la alianza estratégica suscrita
por el Consejo Nacional de Televisión y la Red de Asistencia a Víctimas (RAV),
dependiente de la Subsecretaría del Interior, que se desarrolló, en el salón Abate Molina de
la Universidad de Talca.
La jornada abordó la representación televisiva de
víctimas de desastres, catástrofes y delitos en televisión, con el objetivo central de sensibilizar a los medios de comunicación y a
la sociedad en general, respecto de un enfoque de derechos en la cobertura
noticiosa de éste tipo de situaciones, en los que existen víctimas considerando
especialmente a niños y niñas, mujeres víctimas de violencia; adultos mayores y
personas con capacidades diferentes.
El seminario se inició con la apertura a cargo del Gobernador
de Talca, Oscar Vega Gutiérrez, y contó con las exposiciones de la Directora
del Departamento de Estudios del Consejo Nacional de Televisión, María Dolores
Souza; Enrique Contreras, miembro del Tribunal Nacional de Ética y Disciplina
del Colegio de Periodistas de Chile; Esteban Sáez, editor de TVN Red Maule y
Juan Manuel Álvarez, editor de Diario El Centro.
En la cita, el Gobernador Oscar Vega se refirió a la
importancia de este seminario, que calificó altamente relevante por la temática
que aborda.
“El ser
víctima de un delito marca un antes y después y si se transforma en
noticia debe ser tratado de manera tal que ante todo resguarde la dignidad de
las personas. Por eso debemos tomar en serio esta materia y esta es una
efectiva manera de ponerla en un debate abierto, en un espacio democrático lo
que me parece notable y valioso para la sociedad de un Chile de todos que
estamos construyendo”, enfatizó la autoridad
En tanto, la Directora del Departamento de Estudios
del CNTV, María Dolores Souza, señaló “En muchos casos en los noticieros se
pone determinada música, fotos o se graban escenas que son dolorosas con un
afán de atraer a la audiencia, para que así el público quede enganchado
emocionalmente y no cambie de canal. Ese tipo de tendencia a hacer más
espectaculares va, muchas veces en contra de los códigos éticos, ya que al
final uno traspasa las barreras, hace preguntas inadecuadas, provoca más dolor
a las víctimas, sobre todo en el caso de los niños, ya que está estipulado que
debemos velar primero por su bienestar”.
Entre los puntos de acuerdo expuestos en la
jornada, se coincidió en la necesidad de control sobre una información sensible
y que debe propender a un especial cuidado, precisamente para no ejercer victimización
secundaria en las personas involucradas, mediante la divulgación de las
políticas públicas existentes en esta materia, con el objetivo de tender a un
funcionamiento institucional fundado en prácticas responsables, que logren
socializar estándares de tratamiento de los contenidos informativos en torno a
marcos éticos declarados.
Victimización secundaria y tratamiento televisivo
El Consejo Nacional de Televisión, a través del
Departamento de Estudios, ha realizado distintos estudios torno al tratamiento
que los medios de comunicación realizan sobre víctimas de delitos y desastres; y
donde victimización se refiere a las agresiones psíquicas (no deliberadas pero
efectivas) que la víctima recibe en su relación con profesionales de los
servicios sanitarios, policiales, o del poder judicial (interrogatorios,
reconstrucción de los hechos, asistencia a juicios, identificaciones de acusados,
etc.), así como los efectos del tratamiento informativo del suceso por parte de
los medios de comunicación
Las conclusiones obtenidas por estos estudios
indican que un 76% de los encuestados considera que el tratamiento televisivo a
víctimas se realiza desde el dolor y sufrimiento, acentuando dichas
condiciones. Este práctica variaría, además, según estrato socio-económico,
donde un 60% considera que el tratamiento a víctimas de GSE D es pésimo.
Un caso paradigmático lo constituye el tratamiento
de la prensa en 2014 tras el terremoto en el Norte Grande y el incendio en
Valparaíso. En el primer caso, un 54% consideró que la cobertura del terremoto
fue sensacionalista o muy sensacionalista. En tanto que el 70% opinó lo mismo respecto del siniestro de
Valparaíso.
Estos estudios iluminan esa difusa zona entre el
derecho a informar y el derecho a la privacidad de la víctima, y cómo en la
práctica cotidiana, los medios tienden a reproducir el imaginario social
existente hacia las conductas criminales, reforzando estereotipos, a la vez que
suelen evadir en sus reportajes la contextualización de la información y tratar
los hechos como si fuesen recurrentes y no sucesos aislados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario