El Tribunal Pleno de la Corte Suprema se
reunió en la jurisdicción de la Corte de Apelaciones de Talca los días 11, 12 y
13 de noviembre, en sus Jornadas de Reflexión del año 2016. En la oportunidad,
y ratificando su invariable interés por
contribuir al mejoramiento del servicio de justicia, así como la
normativa que rige aspectos concernientes a sus facultades correctivas y
económicas, la Corte Suprema trató las siguientes temáticas:
1.- Estado y desafíos
del sistema disciplinario del Poder Judicial;
2.- El desafío del
Poder Judicial a la luz del actual clima de desconfianza en el país;
3.- El Poder Judicial
en el contexto de una eventual reforma constitucional; y
4.- Estado y desafíos
del sistema de nombramientos del Poder Judicial.
En palabras del
presidente Hugo Dolmestch: “Se cumplió cabalmente lo decidido por el Pleno de
la Corte Suprema, en cuanto a modificar el sentido y el método de estas
jornadas, las que se concibieron plenamente de reflexión, esto es sin
tomar acuerdos decisorios para la marcha del Poder Judicial en esta instancia.
Determinamos que estos encuentros darían a cada uno, con absoluta libertad y
sin limitación de tiempo, la oportunidad de exponer sobre los temas ya
determinados y, con ese cúmulo de ideas, promover lo pertinente para
eventuales acuerdos en próximas sesiones del tribunal Pleno”.
En estas Jornadas, el Pleno de la Corte Suprema analizó aspectos relativos
al ejercicio de las facultades disciplinarias, los procedimientos aplicables y
el conocimiento de sus resultados, en relación con sus exigencias y garantías
del debido proceso en esa materia.
El presidente Dolmestch explicó que
“surgieron ideas que pueden servir para adoptar alguna decisión importante, tal
como por ejemplo, qué asuntos debieran quedar fuera del proceso disciplinario,
cuál es la actitud que debe tener un tribunal que actúa utilizando la vía
disciplinaria cuando esta se refiere a una decisión jurisdiccional o se
trata de una determinación disciplinaria en la que no hay reclamante y, en fin,
cuál debiera ser la actitud de la Corte Suprema atendido lo que la ley
dispone acerca del conocimiento de esta clase de asuntos”.
Igual orientación se siguió en el ámbito del sistema de
nombramientos. A su respecto el presidente expresó: “Es un sistema que ha
evidenciado ciertas dificultades de funcionamiento, creemos que podría
estudiarse la posibilidad de generar un mecanismo menos engorroso que incluso
evite costos innecesarios para el Poder Judicial y para los propios
postulantes. Allí se compartieron expresiones variadas sobre el tema, que
podrían considerarse en una decisión posterior”.
En la tarde del viernes 11 se escuchó a los invitados, el sociólogo Ernesto
Ottone y el sacerdote jesuita Fernando Montes, quienes expusieron sobre “El desafío
del Poder Judicial a la luz del actual clima de desconfianza del país”, y
posteriormente respondieron con un gran nivel académico a preguntas, opiniones
y comentarios de los ministros.
Respecto de estas intervenciones, el presidente del máximo tribunal señaló:
“Quisimos hacer una reflexión colectiva en relación a la situación política,
económica y social del país, como cuáles son los cambios culturales que se
están viviendo, sus posibles causas y derivaciones y efectos. Para ello,
invitamos a estos dos reconocidos actores de la vida nacional y se produjo un
diálogo que fue muy enriquecedor para nosotros. Les agradecemos su generoso y
desinteresado aporte”.
En el contexto de la visualización del Poder Judicial ante la posibilidad
de una modificación de la Constitución Política de la República, las
actividades del día sábado 12 se iniciaron con la cuenta del trabajo
desarrollado desde el año 2015 a la fecha por la Comisión Constitucional de la
Corte Suprema, actualmente integrada por los ministros Milton Juica, Patricio
Valdés, Carlos Cerda y Manuel Valderrama. Se acordó profundizar en materias de
su especial interés mediante un plan de trabajo proyectado a dos años plazo.
Sobre el particular, el presidente expresó: “Intercambiamos opinión sobre el
rol de la Corte Suprema ante eventuales reformas constitucionales, pero más que
eso, se determinó mantener una actitud permanente de estudio acerca de la
situación constitucional del Poder Judicial frente ya no solo a una posible
propuesta de reforma a la Carta Fundamental, si no que también a la realidad
actual”.
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