La escuela de Barranquilla fue destruida por los incendios del 2017 que arrasaron con la región del Maule. Hoy, luego de 70 días de trabajo continuo, los niños podrán volver a estudiar en una escuela definitiva y con mejores implementaciones.
Este proyecto es parte del compromiso de reconstrucción que tiene Desafío Levantemos Chile en la zona y fue construido gracias a la colaboración público privada de: Compañía de Seguros Chubb Chile, Coopeuch y la municipalidad de Constitución.
Jorge Acevedo (10) cursaba quinto básico cuando su escuela en Barranquilla quedó bajo cenizas post incendios del 2017 en la región del Maule. El megaincendio azotó gran parte de la zona llevándose casas y sueños. También se llevó otros recintos educacionales como el Liceo Polivalente Enrique Mc Iver del de Santa Olga, el que fue entregado recientemente a la Municipalidad de Constitución, para más de 1.000 alumnos. “Estoy feliz con mi nueva escuela, voy a hacer las tareas y también voy a poder hacer cursos de robótica. Los juegos del patio me gustaron mucho y las salas son muy grandes”, cuenta sonriente Jorge, uno de los alumnos de la nueva escuela unidocente de Barranquilla, que hoy revive tras las cenizas.
Desde el primer día, Desafío Levantemos Chile se comprometió con la reconstrucción de dicho establecimiento. Y así fue. Después de 70 días de trabajo continuo, cinco niños, cuatro hombres y una mujer, podrán disfrutar de un establecimiento, diseñado y construido bajo un alto estándar de calidad, más seguro y con mayores comodidades. “Este proyecto nació como un sueño colectivo. Quisimos hacer de esta tragedia una oportunidad y ayudar a todas aquellas localidades, incluso las más alejadas, que sufrieron enormemente las consecuencias del fuego”, explicó Nicolás Birrell, director ejecutivo de Desafío Levantemos Chile.
La escuela estará a cargo de un profesor - que al mismo tiempo es el director - y se estima que asistirán 10 niños de aquí al corto plazo. Cuenta con una sala de clases, un patio techado abierto, dos baños y un de ellos con accesibilidad universal mixta, una cocina con despensa, un juego con tobogán y un amplio jardín para que los niños puedan divertirse en sus recreos. “Fue muy difícil para los niños aceptar que quedaron sin escuela, porque fue equivalente a perder sus casas, pero la nueva construcción es el reflejo de que acá sí se quiere mejorar la calidad de educación. Estos niños están recibiendo las mismas herramientas que los que van a una escuela grande. Sin duda se están igualando las oportunidades y ahora contamos con un colegio que tiene un mejor estándar en sus implementaciones”, comentó el director de la escuela de Barranquilla, Víctor Elgueta.
Sin duda, fue un resultado exitoso. “Con casi 90 metros cuadrados fue construida en tiempo récord de 70 días, eso refleja la eficiencia y rapidez de la Fundación ante situaciones de emergencia y desastres naturales”, agregó Birrell.
Jorge Acevedo (10) cursaba quinto básico cuando su escuela en Barranquilla quedó bajo cenizas post incendios del 2017 en la región del Maule. El megaincendio azotó gran parte de la zona llevándose casas y sueños. También se llevó otros recintos educacionales como el Liceo Polivalente Enrique Mc Iver del de Santa Olga, el que fue entregado recientemente a la Municipalidad de Constitución, para más de 1.000 alumnos. “Estoy feliz con mi nueva escuela, voy a hacer las tareas y también voy a poder hacer cursos de robótica. Los juegos del patio me gustaron mucho y las salas son muy grandes”, cuenta sonriente Jorge, uno de los alumnos de la nueva escuela unidocente de Barranquilla, que hoy revive tras las cenizas.
Desde el primer día, Desafío Levantemos Chile se comprometió con la reconstrucción de dicho establecimiento. Y así fue. Después de 70 días de trabajo continuo, cinco niños, cuatro hombres y una mujer, podrán disfrutar de un establecimiento, diseñado y construido bajo un alto estándar de calidad, más seguro y con mayores comodidades. “Este proyecto nació como un sueño colectivo. Quisimos hacer de esta tragedia una oportunidad y ayudar a todas aquellas localidades, incluso las más alejadas, que sufrieron enormemente las consecuencias del fuego”, explicó Nicolás Birrell, director ejecutivo de Desafío Levantemos Chile.
La escuela estará a cargo de un profesor - que al mismo tiempo es el director - y se estima que asistirán 10 niños de aquí al corto plazo. Cuenta con una sala de clases, un patio techado abierto, dos baños y un de ellos con accesibilidad universal mixta, una cocina con despensa, un juego con tobogán y un amplio jardín para que los niños puedan divertirse en sus recreos. “Fue muy difícil para los niños aceptar que quedaron sin escuela, porque fue equivalente a perder sus casas, pero la nueva construcción es el reflejo de que acá sí se quiere mejorar la calidad de educación. Estos niños están recibiendo las mismas herramientas que los que van a una escuela grande. Sin duda se están igualando las oportunidades y ahora contamos con un colegio que tiene un mejor estándar en sus implementaciones”, comentó el director de la escuela de Barranquilla, Víctor Elgueta.
Sin duda, fue un resultado exitoso. “Con casi 90 metros cuadrados fue construida en tiempo récord de 70 días, eso refleja la eficiencia y rapidez de la Fundación ante situaciones de emergencia y desastres naturales”, agregó Birrell.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario