Volantines,
asados y empanadas son los elementos esenciales para subir el cerro Carlos
Condell el 19 de septiembre.
“Hace más de treinta años que venimos todos
los 19 de septiembre a compartir con la familia. Una tradición de nuestros padres
y que hoy, la mantenemos intacta”. Así inició su historia Orocindo Bravo, quien
cada año viene al tradicional paseo al cerro Carlos Condell.
En Fiestas Patrias son miles las personas
de la comuna, provincia y país, las que visitan y recorren el cerro, con el
objetivo de celebrar y pasar una tarde en familia con la naturaleza.
Los niños se dedican a encumbrar
volantines y jugar en el cerro, los adultos se preocupan del asado y compartir
momentos agradables en medio de árboles y aire puro.
Así lo confirmó Carlos Poblete, quien
todos los años realiza el tradicional picnic en el cerro. “Es muy bueno el
paseo, entretenido para los niños y muy
familiar. Todos los años venimos a comernos un rico asado a este lugar”,
comentó.
HISTORIA
En el año 1747 y debido a una
inundación ocurrida en el sector de Convento Viejo, donde se fundó Curicó, la
ciudad se trasladó a los pies del cerro Buena Vista, el hoy conocido Carlos
Condell. Geográficamente denominado Cerro Isla, debido a que no tiene un cordón
montañoso que lo acompañe y el cual se transformó en el pulmón verde de la
comuna. Se ubica en la alameda Manso de Velasco, y tiene una altura de 99 Mts.
sobre el nivel de la ciudad, la cual permite tener una vista panorámica de todo
Curicó.
TRADICIÓN
CURICANA
Establecido como una tradición, todos
los 19 de septiembre la gente sube al cerro isla, ubicado en el sector de la
alameda, con el fin de compartir y disfrutar del día feriado.
Orocindo Bravo, curicano de tomo y
lomo, contó que la visita al cerro se debe a una tradición de sus papás, la
cual nunca la han dejado, a pesar de que ellos ya no están vivos. “Para
nosotros es una tradición, nos juntamos todos los integrantes de la familia.
Hace más de 30 años que venimos. Llegamos temprano y compartimos un asado”,
explicó.
Si bien, los curicanos disfrutan de
este lindo panorama en Fiestas Patrias, también viene mucha gente de otros
lugares del país, como es el caso de Héctor Cuevas, quien pertenece a la comuna
de Renca.
“Vengo a Curicó, porque aquí se pasa
mejor que en Renca. Es primera vez que venimos al cerro, pero en el verano
vamos al sector del rio, porque aquí nos atienden de maravilla. El cerro es muy
lindo, se ve que hay harta gente y está todo muy ordenado. Hay hartas personas
que nos están cuidando por las orillas, Carabineros por todos lados y eso es
bueno. Se ve que toda la gente la está pasando bonito. ¡Ahora Curicó la lleva!,
dijo entusiasta Héctor Cuevas.
Por su parte, los niños y jóvenes
también disfrutan de este paseo, ya que el lugar es apto para elevar volantines
y jugar al aire libre. “Es muy bueno y es entretenido salir con la familia. Nos
vamos a quedar todo el día disfrutando”, dijo Benjamín Morales (9 años).
En la línea de ir conservando las
tradiciones, la Municipalidad de Curicó cada año va preparando el lugar con el
fin de dejar óptimo el cerro para recibir a los visitantes. Es por eso, que se
dispone de guardias de seguridad, funcionarios de seguridad pública, agua
potable, limpieza de aseo en el sector y ambulancia, para enfrentar cualquier
emergencia.
COMERCIANTES
Como en toda fiesta y paseo no puede
faltar el comercio, son innumerables los comerciantes que se instalan con sus
mejores productos en la cima del cerro. Ahí se pueden encontrar volantines,
terremotos, antichuchos, completos, mote con huesillos, juegos infantiles y
diversos productos típicos de la fecha.
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