“La paz, que los ángeles anunciaron a los pastores en la noche de Navidad, es una aspiración profunda de todas las personas y de todos los pueblos, especialmente de aquellos que más sufren por su ausencia”
(Papa Francisco, Mensaje Jornada Mundial de la Paz 2017)
1. Hoy
es Navidad. Hoy es la fiesta de la alegría y de la paz. Hoy celebramos mucho
más que la nostalgia de un recuerdo lejano. El misterio de la
noche de Belén es siempre actual, como toda la vida de Jesús, sucede aquí y
ahora mismo si le abrimos el corazón.
2. Celebramos
esta Navidad con una especial alegría por la próxima visita del Papa Francisco
a nuestra patria. Será una visita de Dios que nos viene a fortalecer en la fe y
a enseñarnos a cultivar la Paz que nos regala el Señor en Belén. Como mensajero
de la Paz de Cristo el Papa vendrá a Chile y dejará resonando en el
corazón de todos los chilenos la Palabra de Jesús, “Mi paz les doy” (Jn 14 27).
3. Hoy vivimos, en
la luz de la fe y la oración, la alegría
del Nacimiento de nuestro Salvador. Hoy es la alegría infinita de saber que
Dios se ha despojado de su grandeza divina y se ha hecho niño para crecer como
nosotros. Esto es lo más importante que le ha sucedido a la humanidad y es la
prueba más grande del amor que Dios nos tiene.
4. Jesús
quiere nacer, crecer y vivir en nosotros y entre nosotros. No nos ayudan sólo las
emociones fugaces o los hermosos pensamientos que se prenden y se apagan como
las luces de nuestros árboles de Navidad.
5. Necesitamos
que Jesucristo
por medio de su Espíritu nos convierta el corazón para que nuestras obras le
hagan bien a todos. Ya sabemos que los
esfuerzos por construir una sociedad mejor son vanos sin su presencia (Salmo 127).
6. Necesitamos
que Él venga, que nos perdone, que nos sane, que anime y acompañe nuestros
esfuerzos. Necesitamos que inspire nuestras leyes y programas, que nos enseñe a
respetar a cada persona y a la Creación que es nuestra casa. Sólo el Señor nos
hace ganar sin que nadie tenga que perder.
7. La
Navidad nos invita a abrir hoy el corazón y nuestra sociedad para que entre el
Salvador a darle a todo verdadero valor y significado. Todo lo que existe ha
sido creado por Él y para Él (Col 1, 17). Todos necesitamos a Dios para
recobrar el sentido de los demás y de las cosas; ningún dolor o aflicción nos
puede resultar indiferente.
8. En
este mismo día en incontables calles y caminos del mundo se repite el caminar
angustioso de la Madre de Dios embarazada golpeando puertas y suplicando por un
lugar donde dar a luz a su Hijo. Hoy, en cada persona enferma o en la cárcel,
en cada niño por nacer, en cada anciano solo, en cada migrante, en cada pobre,
pasa por nuestra puerta el Señor buscando un lugar.
9. Navidad
es abrirle al Salvador para que se quede a vivir en nuestro corazón como en su propia
casa. Para que nos ayude a adelantar la vida eterna edificando una sociedad más
acogedora, más feliz, más justa y más pacífica.
10. Como
lo cantan los ángeles en la Nochebuena, el fundamento de esa sociedad en paz es
la Gloria de Dios, es el amor de Cristo, es la alegría de saber que todos somos
hijos tan amados y tan importantes…pastores
y reyes…todos somos importantes.
11. La
mejor manera de agradecer a Dios por este regalo de la Navidad es que tratemos de actuar como Él. Que tratemos
de dar sin esperar recibir, de actuar sin intenciones torcidas, de superar los
prejuicios y confiar, de ver siempre lo mejor de los demás y de entregarnos sin
calcular demasiado. Tratemos de amar primero y de no guardar nunca un
rencor…Dios ha venido en la Navidad para divinizarnos y hacer posible que
vivamos y amemos como Él.
12. Contemplemos
en María la actitud que nos pide hoy el Señor. En ella vemos la actitud
creyente y servidora de la humanidad renovada por Cristo. Ella atiende,
soluciona y hace suyas todas las necesidades del Niño recién nacido. En la
fragilidad de ese Niño estaba la
humanidad entera necesitada de cuidado y ternura. Cristo al nacer necesitó todo,
hospedaje, alimento y calor, vestido y medicina. María y José con su fe y muy
pocas cosas lograron que el Niño tuviera todo lo necesario…A esto nos invita
hoy el Señor.
Les
deseo una muy Feliz Navidad y un año lleno de bendiciones del Señor. Con mucho
cariño y gratitud.
+HORACIO
VALENZUELA ABARCA
Obispo de Talca
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