Microsoft ha presentado recientemente el logotipo de Windows
8 a través de su blog oficial. Esta nueva identidad es toda una declaración de
intenciones, que refleja en la marca los notables cambios que experimenta
Windows en su octava versión, así como la apuesta ya consolidada de su interfaz
Metro.
Aprovechando esta presentación, Microsoft ha hecho memoria
sobre los diferentes iconos del sistema operativo más extendido; un recorrido
que queremos también compartir con nosotros.
Metro por encima de todo
¿Qué significa el logotipo de Windows 8? Desde Microsoft
explican que su intención es mantener en parte los orígenes de la marca Windows
y a la vez hacer referencia a uno de los aspectos más importantes de la
interfaz Metro: los tiles o mosaicos dinámicos que dan acceso a las
aplicaciones y a otras funciones del sistema.
Está claro que, tras demostrar su éxito en Windows Phone
7,el uso de esta interfaz es uno de los puntos más potentes del nuevo Windows
para PC. Incluso el color por defecto, ese tono azul tan vivo que contrasta con
fondos blancos o negros por igual, es el mismo que predomina en los últimos
Nokia de la serie Lumia.
En cuanto a la perspectiva, los creadores aluden a la
escuela Suiza de diseño minimalista y a la necesidad de mantener el dinamismo
de logos anteriores. En la práctica da la impresión de estar descompensado,
aunque tendremos que verlo aplicado dentro del sistema para ver si queda bien.
Volviendo a los orígenes
Como decíamos, Microsoft ha decidido retomar parte de la
imagen original de Windows con su nuevo logotipo; un símbolo que nunca ha
dejado de ser lo que su propio nombre indica, una ventana, y no una bandera
como muchos llegaron a pensar con el paso del tiempo.
El de arriba es el primer logotipo de Windows: serio, de
líneas sencillas y que no ocultaba su dirección a un público profesional.
El
siguiente cambio vino con Windows 3.1, donde se sentaron las bases de su imagen
actual. Windows se convertía en un producto moderno y dinámico, de ahí que la
famosa ventana comenzara a ondear y tuviera esa estela de píxeles
Windows XP supuso un cambio de interfaz importante: con Luna
llegaron los volúmenes y los degradados, y eso era algo que tenía que constar
en su nuevo logo, muy familiar para todos nosotros. Permanecían los colores y
se abandonaba el borde negro, asociado a tiempos pasados.
Con Windows Vista y 7, el botón Inicio cobraba aún más
importancia, así que el logotipo se encapsulaba en esta especie de esfera que
también servía de elemento esencial en la Barra de Tareas. Un diseño que seguía
tendencias y, como tal, estaba abocado a desaparecer más pronto que tarde.
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